30/9/09

Madre Nuestra.

Se que existes y que nos estás vigilando, por eso te pido, que me acompañes, me guíes y me protejas en lo que yo no pueda resolver. No me dejes morir en soledad, pero sí déjame morir en felicidad, te pido eso, desde las bajuras de mi estado. No te olvides que te rindo mi tributo personal, todos los días y que estoy consciente de tu superioridad. Si hay un castigo creo que es la vida, aun así, creo en ti. Gracias por dones de hoy, y gracias por las vivencias de ayer. Gracias por la existencia diaria. Muchas gracias.

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